La Novena es para nosotros un camino directo que nos prepara para esperar a Jesús que nace en Belén. Esta vez nuestra realidad de pandemia se convierte en un gran Belén, donde hay muchos límites, miedo, indiferencia, mediocridad, pero al mismo tiempo mucho cariño y ternura.
Ha llegado un gran día. Hoy empezamos el Retiro espiritual (Novena) que nos prepara para la Gran Fiesta del año 2020. Esta vez muy limitada por la pandemia, con las puertas cerradas, pero con el corazón abierto.
La pandemia nos impide a celebrar la Fiesta Grande de este año, igual como ocurrió en la Fiesta Chica. Las puertas de los templos de nuestro Santuario van a estar cerradas, pero nuestros corazones no. Nos uniremos en la celebraciones que se van a trasmitir en los medios de comunicación.
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».